Un ser humano necesita dos litros de agua para sobrevivir. Sin embargo, en nuestra sociedad, el consumo de agua puede suponer más de 1000 litros diarios.
Esta elevada cantidad se puede entender si consideramos que producir un kilo de papel consume 250 litros de agua, uno de plástico 2000, un kilo de arroz 4000 y un bistec 9800 litros. Aunque la industria y la agricultura son los grandes consumidores de agua, desde el hogar también se puede influir decisivamente en la reducción del gasto.
El problema del agua no es sólo su consumo, sino también el estado en el que la devolvemos a los ríos y al mar tras su uso. Las fuentes de contaminación de las aguas son muy variadas: fertilizantes y pesticidas, productos químicos procedentes de la industria, residuos fecales, detergentes, productos químicos dl hogar (pinturas, barnices,...), aceites, etc. Toda esta contaminación ha tenido graves efectos sobre la vegetación y la fauna de los ríos, que han ido desapareciendo conforme se vertían en ellos productos capaces de contaminar miles de litros de agua.
El agua en el hogar
La mayor parte del agua en el hogar se consume en el cuarto de baño. La ducha o el baño y la cisterna son los grandes “desagües” del hogar. Un grifo abierto puede gastar 5 litros de agua por minuto, un grifo que gotea puede suponer un gato de 60 litros de agua al día si no se repara. El problema se agrava cuando toda esa agua se mezcla con el agua contaminada del resto de los hogares y de la industria, inutilizándola para su consumo.
Cosas para hacer
- Un baño de vez en cuando puede ser necesario, pero muy a menudo es un derroche de agua y de dinero.
- Las duchas consumen mucho menos agua, y si cerramos el grifo cuando nos estamos enjabonando o instalamos duchas que mezclan aire a presión y agua, estaremos actuando de un modo aún más ecológico.
- Muchas cisternas modernas tienen dos tipos de vaciado (para aguas mayores y menores). Si la nuestra no es de ese tipo, siempre podemos meter una botella llena de agua en la cisterna para ahorrar un litro de agua cada vez que la usemos.
- No arrojar el aceite de cocinar por el inodoro. Es mejor llevarlo a los puntos de recogida especial, si existen en tu municipio, o a la basura tras ser empapados en papel de periódico.
- Barnices, pinturas, y otros productos tóxicos deben ser entregados en puntos especiales de recogida y nunca arrojados a los desagües.