Los cultivadores de árboles de Navidad defienden el consumo de ejemplares naturales frente a los artificiales, alegando que son mas ecológicos y generan residuos biodegradables fáciles de reciclar.
Por su parte, los ecologistas advierten que el porcentaje de supervivencia de esos árboles es de uno por mil. Y aconsejan el árbol artificial, con tal que se guarde de un año para otro y que no acabe en el vertedero provocando toxinas.
Los árboles de navidad tienen efectos positivos en el ambiente: producen oxigeno y libera bióxido de carbono, reduciendo así el efecto de invernadero que calienta nuestro planeta; mejora la estabilidad de los suelos; realzan el paisaje con su forma estéticamente agradable, y agregan valor a aquellos terrenos que no pueden utilizarse para cultivar otras cosechas; ofrecen un hábitat apropiado a la vida silvestre-, son biodegradables; y constituyen un recurso renovable.
Existen tres opciones a la hora de comprar un árbol de navidad: La primera y menos correcta es optar por árboles naturales cortados de forma incontrolada del bosque. La segunda es adquirir árboles procedentes de viveros, destinados
exclusivamente a este uso y, la tercera, buscar un árbol artificial.
La primera opción no es valida, aunque todavía hay gente que se acerca a algún monte o bosque cercano para cortar un árbol de pequeño tamaño. Esta practica se encuentra actualmente perseguida y castigada, sobre todo si se trata de especies protegidas o amenazadas.
La segunda opción es correcta, optar por un árbol cultivado en un vivero o plantación asegura su procedencia, calidad de replantarlo o simplemente deshacerse de el como un residuo sólido mas.
La tercera, el árbol artificial, esta creciendo poco a poco, por la comodidad. Hay personas que se decantan por los árboles artificiales pensando que estos no causan ningún daño a la naturaleza, pero hay que tener en cuenta que, al ser productos manufacturados, producen cierta contaminación en el medio ambiente, ya que su fabricación es a base de procesos químicos que precisan plásticos, metales, tintes, agua, electricidad, etc. A estos hay que añadir que actualmente se están fabricando unos árboles de Navidad artificiales con materiales cada vez menos contaminantes y ecológicos que duran muchos años.
En caso de tener un árbol de navidad natural sin la posibilidad de replantarlo, existe la opción de reciclaje. Con este sistema los abetos son triturados y utilizados como abono para otras especies y para el mantenimiento de las zonas verdes. Este tipo de método es utilizado en algunas ciudades y consiste en instalar a final del mes de Enero puntos de recogida de árboles para su posterior tratamiento.