Los factores ambientales en los que puede detectarse el impacto derivado de nuestros hábitos de consumo son variados.
Cada día, desde que comenzamos nuestra actividad con una ducha/baño, tomamos el desayuno, nos desplazamos en el autobús/coche particular ……, hasta que volvemos a casa para descansar por la noche nuestro “coste ambiental” varia según las decisiones que tomemos y las actividades que realicemos.
Pequeños cambios en nuestro comportamiento pueden conllevar considerables ahorros económicos que se traducen en un ahorro de recursos.
Modificar aspectos del consumo energético, el consumo de agua, los hábitos de transporte y de ocio o la compra que realizamos, se están convirtiendo en elementos cotidianos de un consumo adecuado.
Si quieres reducir el impacto que producen tus hábitos de consumo en el medio ambiente, conoce como pequeños cambios en tu comportamiento pueden suponer una disminución del gasto ambiental.