Domingo, Febrero 16, 2020
Aunque con el cambio climático las estaciones están sufriendo muchas variaciones, ya estamos en invierno, entramos en meses de frío, con temperaturas muy bajas. Toca calentar la casa (aunque seguro que ya lo llevaréis haciendo varias semanas) y, como consecuencia, también toca prepararse para una subida considerable en la factura.
Vamos a hacerle frente de la mejor manera posible y, si es gastando menos que la temporada anterior, estaría genial, ¿no?
La temperatura exterior varía a lo largo del día y hay días más fríos que otros, por lo que no es necesario tener encendida la calefacción en todo momento. Espacios como la cocina, además, tienen su propia fuente de calor (no veas cómo suben los grados cuando estás cocinando o con el horno encendido), así que requiere menos calefacción que otras estancias como el salón o el cuarto de estudio.
Sigue leyendo y descubrirás varios trucos para que la factura de la calefacción no se dispare y puedas pagar algo menos:
Revisa periódicamente la caldera y la instalación de gas para asegurarte de su correcto funcionamiento. ¡Que no te pille por sorpresa si se estropea!
Purga los radiadores si es necesario. ¿Cómo saber si es necesario? Muy sencillo: si oyes ruidos en el interior y la parte inferior está más fría que la superior, quiere decir que el aparato necesita ser purgado.
Siguiendo con los radiadores, nuestro consejo es que procures mantenerlos limpios, ya que la suciedad dificulta la transmisión de calor. Y si puedes, déjalos libres, es decir, no coloques un escritorio encima o un sofá delante. Si entorpeces la circulación del aire consumen más energía. Y a más energía que se consume, ¡más aumenta la factura!
Otro consejo más respecto a este tema… ¿conoces las válvulas termostáticas para radiadores? ¡Son muy útiles! Con ellas podrás establecer una temperatura en cada área del hogar. No te olvides de cerrar la puerta de las habitaciones que no uses y la llave de los radiadores que hay en ellas. Así el calor no se escapará por lugares innecesarios. Si además utilizas termostatos programables, podrás encender y apagar la calefacción a tu antojo y adaptarla a tus horarios. ¡Gracias a estos sistemas ahorrarás entre un 8% y un 13% de energía!
Apaga la calefacción mientras duermes y no la enciendas hasta después de haber ventilado la casa por la mañana. Renovar el aire de la vivienda es necesario, pero con 5-10 minutos son suficientes. Ventilarás la casa sin que haya bajado demasiado la temperatura y sin que haya dado tiempo a que te quedes como un cubito de hielo.
Por cierto, ¿cómo vistes en casa? Ten claro que la calefacción no es para pasar calor, es para no pasar frío. Si estás en manga corta y tienes calor, seguro que te estás pasando con los grados en casa. La temperatura de confort para una vivienda es de 20 grados y si tienes frío, mantén tu temperatura corporal con prendas que abriguen como un jersey y unos buenos calcetines. Ten en cuenta que, por cada grado de más en el termostato, la factura aumenta un 7%, ¡y se nota en el bolsillo!
Aprovecha los días soleados y deja que el calor entre por las ventanas. ¡En ocasiones puede subir la temperatura un grado o dos!
Evita las pérdidas de calor con ventanas de doble cristal, burletes, persianas, alfombras, cortinas… Y por la noche, cierra las ventanas, persianas y cortinas para mantener el calor que has conseguido durante el día. No permitas que la temperatura descienda de 15 grados o necesitarás mucho más tiempo y energía para que luego suba.
http://www.kontsumobide.euskadi.eus/entrada-blog/2020/trucos-para-ahorrar-en-calefaccion/y10-kbpstblg/es/