Lunes, Junio 1, 2020
Los minicréditos pueden dar un suspiro momentáneo a los clientes que recurren a ellos, pero asfixiarlos a largo plazo. La crisis económica que la pandemia del coronavirus ha provocado está llevando a muchas personas a lanzarse a los microcréditos y tarjetas revolving como fórmula de financiación para salir adelante. La facilidad de acceso (apenas es necesario el DNI y un número de teléfono) y su rapidez son el cebo que atrapa a miles de personas en un red de intereses de la que tardan años en escapar. Las tarjetas revolving funcionan de manera similar a los minicréditos, ya que realmente están asociadas a una línea de crédito al consumo y que permiten realizar el reembolso de los “micropréstamos” en cuotas mensuales. La diferencia con una tarjeta de crédito al uso es que la cuota mensual a pagar es muy baja y, por lo tanto, cuanto menor es la cuota, mayor es el plazo y mayores los intereses. De hecho, el Tribunal Supremo determinó que un interés similar o superior al 27,24% es usura.
Hay personas que, tras más de seis años pagando las cuotas mensuales de su crédito, todavía le quedaba una deuda pendiente de 9.000 euros. Al sospechar que su deuda parecía estancarse pese a no disponer de más crédito. Finalmente, se consiguió anular el contrato, cancelar la deuda y todos los intereses pagados, que habrían ascendido a otros 21.000 euros durante un periodo de 15 años más. A otros afectados las dudas les llegaron una vez ya cancelada la deuda, como es el caso de un cliente de Vivus que pagó 4.009,53 euros de más en concepto de intereses y prórrogas, descubriendo que Vivus le había aplicado una TAE que oscilaba entre 1.269 – 2.333%.
Los intereses de ciertos minicréditos y tarjetas revolving son superiores a la media del mercado y se camuflan en diversas entidades como Wizink, Bankinter, Caixabank, Cofidis,BBVA, Sabadell, Vivus o Moneyman. Un método que infringiría la Ley de Represión de la Usura, según demuestran numerosas sentencias judiciales favorables a los consumidores. Este tipo de deudas pueden provocar un efecto de bola de nieve y dejar al consumidor cautivo con los intereses y comisiones que aplican pero existen soluciones al alcance de todos para recuperar lo que es suyo. Para evitar que las entidades conviertan la desesperación económica generada por el Covid-19 en una oportunidad de negocio, la plataforma ha desarrollado una calculadora de tarjetas revolving y microcréditos con la que es posible saber cuánto se pagaría de más al acudir a este tipo de créditos rápidos y cuánto tiempo se podría alargar la deuda. Los clientes que por desgracia ya hayan contraído una deuda de este tipo, puede informarse sobre si su caso sería considerado usura y reclamar la nulidad del contrato en la Unión de Consumidores de Euskadi-UCE.