Desde hace unos días el paracetamol y el ibuprofeno están dando que hablar un poco más de lo habitual ya no es posible comprarlos en las farmacias sin la correspondiente receta médica, algo que según han denunciado algunos colectivos médicos podría llegar a colapsar las consultas de Atención Primaria.
El Ibuprofeno 600mg y Paracetamol 1gr se utilizan para aliviar dolores de cabeza, molestias musculares o al inicio de un catarro, y son tanto los más adquiridos en las farmacias españolas como los más consumidos por los usuarios, de ahí la «necesidad de controlarlos», advierte la doctora Alicia Taboada, médico de familia y miembro de Doctoralia.
Por eso, es importante conocer cuáles son las indicaciones para tomar estos fármacos, y «que sea un profesional de la salud el que prescriba un medicamento ya que cualquier fármaco puede tener efectos no deseados», ha explicado la experta.
El ibuprofeno «es un antiinflamatorio no esteroideo de acción rápida que suele recetarse para dolores asociados a la inflamación por sus propiedades analgésicas y antipiréticas. Aunque se trata de un fármaco popular, hay que tener en cuenta que no se puede utilizar para cualquier tipo de dolencia ni siempre que queramos», ya que existen una serie de situaciones en las que está totalmente contraindicado ¿Cuáles?:
.- Durante el embarazo, ya que este tipo de antiinflamatorios «pueden resultar dañinos para el feto, especialmente en los primeros meses y podrían ocasionar lesiones cardiovasculares en la madre», explica la doctora Taboada.
.- Además «aumenta el riesgo de infarto en pacientes con enfermedades del corazón
.- Tampoco se debe utilizar cuando tengamos problemas gástricos. En estos casos «se debe consultar con el médico antes de recurrir al ibuprofeno, ya que puede reducir el flujo sanguíneo en el estómago e irritar el revestimiento de esa área estomacal y de los intestinos».
.- Es importante recordar que «puede subir la presión arterial, así que mucho cuidado en los pacientes hipertensos, ya que incluso está demostrada la afectación de la función renal -especialmente en pacientes ancianos- y aumenta el riesgo de sangrado en aquellos que sigan un tratamiento con aspirina».
En cuanto al paracetamol «tiene un perfil de seguridad muy bien establecido pero eso no significa que no tenga riesgos». «Es un fármaco que a partir de ciertas dosis puede ser dañino para el hígado». La «gran diferencia que existe es que el ibuprofeno tiene un perfil antiinflamatorio que no tiene el paracetamol, y no solo calma el síntoma de dolor, sino también el desencadenante».
Por eso, aunque la doctora recuerda que «los medicamentos siempre deben tomarse bajo prescripción médica, y que es el facultativo el que mejor puede orientar sobre cuándo tomar cada uno», podemos distinguir entre cuando usar uno u otro. «Cuando el proceso no es predominantemente inflamatorio, como un catarro, el paracetamol debe usarse en primera instancia. También puede usarse cuando se trata de un dolor leve y moderado, como puede ser uno de rodilla tras caerse al suelo, o un dolor de cabeza normal».
En cambio, recuerda que «cuando el proceso es inflamatorio -dolor de muelas o de garganta- conviene tomar ibuprofeno. Hay un claro ejemplo en los casos de migraña, donde es preferible el antiinflamatorio porque esta patología «tiene un doble componente de dolor crónico central, en el que el paracetamol no suele hacer nada, y donde el ibuprofeno, en su parte antiinflamatoria, ‘trabaja’ en la parte vascular de la migraña».
En el caso de tener fiebre «pueden emplearse ambos».
¿Qué diferencia hay entre los medicamentos con prescripción médica y sin ella? ¿Y por qué el ibuprofeno y el paracetamol debe tenerla?
«Los primeros requieren la prescripción de un facultativo sanitario. En cambio los segundos son aquellos que no necesitan una prescripción o receta para su compra. Son producidos, distribuidos y vendidos para que los consumidores los utilicen por su propia iniciativa. Sirven para el alivio, tratamiento o prevención de enfermedades o dolencias menores, para las que no se necesita que un médico haga un diagnóstico preciso y un seguimiento del tratamiento».