Navidades, comidas y cenas con la familia, con amigos y amigas. El gasto en alimentos se dispara y luego, muchas veces nos sobra comida, mucha comida. Sin duda es un problema para tu economía (que se puede evitar y controlar), pero también es un problema para el planeta.
Según los datos más recientes en Euskadi se desperdician 160 kilos de alimentos por persona. ¡160 kilos! Vale, es en todo el año, pero no deja de ser una burrada y seguro que una parte importante de ese desperdicio se genera en navidades. Si sumamos lo que tiramos todos y todas: 350.000 toneladas solo en Euskadi.
Podemos pensar que es cosa de los bares, restaurantes, supermercados, pero lo cierto es que el 42 % del desperdicio alimentario se produce en los domicilios.
Así que ahí van algunos consejos, que además de ayudarte a ahorrar en Navidades te ayudarán a no comprar más de la cuenta y pondrás tu granito de arena para que no tiremos tanta comida.
Planifica. Prepara el menú semanal de manera responsable; compra lo que necesitas (no más), y así contribuyes a seguir una alimentación más saludable. Revisa la nevera y la despensa para saber qué te falta. Ten en cuenta tu presupuesto y haz una lista.
Presión. Evita comprar con prisas (o con hambre) o acabarás adquiriendo artículos que no necesitas, seguramente poco saludables (verás cómo las napolitanas de chocolate te ponen “ojitos”) o que pueden terminar echándose a perder.
Tómate tu tiempo para comparar precios, analizar ofertas y aprovechar aquellos productos que por tener fecha de caducidad cercana estén rebajados. Lee la etiqueta; la información que te ofrece es de gran utilidad (caducidad y consumo preferente, ingredientes, información nutricional,...).
El orden previene el despilfarro. Coloca en primera fila de la nevera y de la despensa aquellos alimentos que caduquen antes para consumirlos primero.
Aprovecha. Saca partido a las sobras preparando nuevas recetas. ¡Pon a prueba tu creatividad! ¡Aprovecha las sobras y tira solo aquellos residuos que sean imposibles de utilizar! Por otra parte, es preferible que la comida sobre en la cazuela antes que en el plato.
Congela. Antes de navidad (para comprar con antelación y más barato) y después para aprovechar. Congela lo que te sobre y hazlo en raciones individuales. Tendrás un plato ya hecho para otro día.
Separar los residuos en su contenedor correspondiente es muy fácil e importante para el medio ambiente. ¿Sabías que con los residuos orgánicos, como las cáscaras o las pieles de las frutas, se puede hacer compost? Convierte estos restos en abono natural depositándolos en el contenedor marrón.
En restaurantes: escoge tu plato con moderación y pide las sobras para llevar. ¡Ya tienes menú para el próximo día! Se trata de una práctica cada vez más extendida, así que, no tengas reparo en hacerlo. De lo contrario, esa comida acabará en la basura.
Aquí te dejamos algunos enlaces sobre cocinar con sobras o cocina de aprovechamiento:
https://cookpad.com/es/buscar/sobras
https://www.cuerpomente.com/blogs/gastronomia-consciente/como-aprovechar-sobras-comida_1765