Miércoles, Julio 5, 2017
El Parlamento Europeo quiere acabar con la obsolescencia programadaEntre uno y dos años - esto es lo que dura un smartphone de media. Otros pequeños electrodomésticos, juguetes, ropa y camisas tienen una durabilidad igualmente corta, según un documento del Servicio de Investigación del Parlamento Europeo. Los ordenadores portátiles, bicicletas, ropa deportiva o artículos de cama no son mucho mejores, y por lo general tienen que ser reemplazados después de tres o cuatro años. El Parlamento tiene previsto votar un informe en el que se piden medidas concretas para hacer frente a este desperdicio de dinero, energía y recursos.Los eurodiputados quieren ver productos más duraderos en el mercado. Piden normas mínimas que podrían establecerse con la ayuda de las organizaciones europeas de estandarización.El francés Pascal Durand (de Los Verdes), autor del informe sobre la vida útil de los productos, apoya la construcción modular de los productos porque permite que puedan ser fácilmente reparados y actualizados. Otros posibles avances en el diseño implican materiales y técnicas fácilmente reemplazables que permiten reparaciones (por ejemplo, utilizar tornillos en lugar de fundir unas partes con otras).El 77% de los consumidores preferiría reparar que sustituir un producto roto, según un sondeo del Eurobarómetro.El Parlamento también quiere abordar un aspecto más insidioso de la "obsolescencia planificada": la construcción de defectos en un dispositivo para hacer que expire en una fecha determinada o el número de ciclos. Puesto que puede ser muy difícil incluso demostrar su existencia, los diputados al Parlamento Europeo piden a la Comisión que establezca un sistema independiente para determinar si se produjo este tipo de trampas.Según el Eurobarómetro, más del 90% de los europeos cree que los productos deben estar claramente etiquetados para indicar su durabilidad. Los eurodiputados están de acuerdo y piden que se establezca un sistema de etiquetado."Si un consumidor ve un producto que es 30 a 40% más barato y parece funcionar igual de bien, y no sabe que se romperá en dos años, en lugar de diez, entonces, obviamente, va a elegir el producto más barato", explica Pascal Durand.Extender la vida útil de los productos, aunque parezca un desafío para los fabricantes, puede dar una ventaja a las pymes y las empresas que tal vez no pueden competir en precio, pero pueden hacerlo en la calidad de sus productos.La iniciativa del Parlamento se ajusta al modelo de economía circular respetuoso con el medio ambiente, cuyo objetivo es reducir la cantidad de residuos mediante la reutilización, la recogida, el reciclado y la reparación en la medida de lo posible.