El pasado 27 de julio se publicó la nueva normativa, por la que se introducen mejoras destinadas a aumentar la transparencia con los clientes y a fortalecer la evaluación de solvencia que las entidades deben realizar antes de conceder el crédito revolvente o revolving, (instrumentado mediante tarjetas o por cualquier otro medio), para prevenir futuras situaciones de endeudamiento insostenible.
A continuación, te resumimos los principales cambios respecto a la regulación a la que modifica:
Se introducen orientaciones para las entidades sobre la evaluación de la solvencia de sus clientes. Deben asegurarse de que estos tienen capacidad de pago suficiente para cubrir el importe anual de las cuotas que amorticen, al menos, el 25 % del límite del crédito concedido.
Se incorporan obligaciones adicionales de información al cliente, tanto en el momento previo a la contratación, como durante toda la vida del contrato, para que sea en todo momento consciente de la deuda y de las opciones que tiene para aligerarla.
Se refuerzan los medios para que el cliente, advierta el carácter de comunicación comercial de documentos y folletos publicitarios, además de establecer criterios para determinar el ejemplo representativo a incluir en esa publicidad.
Las distintas partes de esta norma entrarán en vigor en distintas fechas a partir del 2 de enero de 2021.