Las empresas utilizan los datos que vamos cediendo al firmar contratos comerciales o que extraen de la huella digital que dejamos como rastro al navegar en la Red. De este modo, nuestro correo electrónico o número de móvil acaban en las bases de datos de las compañías con el objetivo de enviar publicidad en forma de mensajes o llamadas a los consumidores. De un estudio de Eurostat se extrae que la información personal de los usuarios obtenida en Internet generará un negocio de 730.000 millones de euros en 2020 solo en la Unión Europea y ni uno de esos euros llegará al bolsillo del consumidor.
En esta línea, un estudio realizado por la plataforma digital Mydatamood revela que el 70% de los internautas están preocupados por sus datos y quieren que las empresas empiecen a preguntarles directamente lo que necesitan saber y para qué van a utilizarlos. Además, el 89% de los encuestados reconocen que no saben cómo afrontar esta situación. «Los 'databrokers' se dedican a extraer toda la información que los usuarios dejamos por internet, la perfilan y la venden a las empresas. Todo esto sin nuestro consentimiento y, lo que es peor aún, sin nuestro conocimiento», explica María Adelina Lucas-Torres, CEO de Mydatamood. Unos datos de dudosa calidad y que generan grandes pérdidas a las empresas que los compran, ya que no tienen mecanismos para comprobar su veracidad. El problema, asegura Dany Bertolín, CMO de Mydatamood, es que «las empresas están realizando un gran desembolso de dinero en la compra de datos sin saber su procedencia, ni su veracidad. Y eso está provocando unos escasos resultados en sus ofertas y una pobre personalización de sus servicios».
Pero, al consumidor le queda un as en la manga para evitar la recepción de publicidad que envían las compañías a partir de los perfiles que segmentan en las mencionadas bases de datos. En esta línea, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) recomienda recurrir a la inscripción en la Lista Robinson, el único fichero común de exclusión publicitaria que existe en España gestionado por la Asociación Española de Economía Digital. En este servicio se puede seleccionar el canal o medio a través de los que no quieres recibir publicidad.
Los ciudadanos no deben olvidar que los tratamientos de datos con fines publicitarios están regulados por el Reglamento europeo 2016/679 y desarrolladas en la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.
En esta línea, las empresas están obligadas a consultar la Lista Robinson antes de enviar publicidad personalizada. Así, si un usuario está inscrito en este fichero, las compañías no le podrán efectuar envíos de anuncios ni llamadas comerciales excepto cuando éstas hayan recibido el consentimiento expreso del ciudadano en cuestión. La denominada Lista Robinson funciona para los anuncios que llegan por teléfono, correo postal o eléctronico o SMS.
Para entrar en esta lista, el ciudadano puede inscribirse en este servicio de forma voluntaria y gratuita en la página web habilitada a este efecto. El internauta debe pinchar en el enlace «Apúntate en la lista» y rellenar el formulario. Una vez cumplimentado, se enviará un correo electrónico al usuario con un enlace en el que verificar el registro para dar paso a la elección de los canales por los que se quiere recibir publicidad en determinados números de teléfono o direcciones de correo electrónico.
Desde Adigital recuerdan que la inscripción se puede demorar unos dos meses y que tarde más en el caso de que los datos estén siendo utilizados por alguna campaña comercial en el momento actual. La consulta realizada por una compañía cuenta con la vigencia de un mes y una vez trancurrido ese plazo, será obligatorio volver a acceder a esa lista.
A pesar de que el consentimiento expreso exime a las compañías de la prohibición de no enviar publicidad, el consumidor puede solicitar una revocación del consentimiento para la recepción de llamadas publicitarias. En este sentido, si has autorizado a la empresa a enviarte publicidad pero no eres consciente o te has arrepentido, puedes retirar el consentimiento o ejercer el derecho de oposición ante compañía. Como última opción, puedes dirigirte a la AEPD y presentar una reclamación.