Martes, Enero 21, 2020
La Comisión Europea ha acogido con satisfacción la entrada en vigor de las nuevas normas de la UE para la protección del consumidor, como parte del “New Deal for Consumers”, cuyo objetivo es hacer cumplir y modernizar las actuales normas de protección al consumidor online.
A este respecto, la vicepresidenta de Valores y Transparencia, Věra Jourová, ha señalado que “las nuevas reglas aumentarán la protección para los consumidores en el mundo digital, que con razón se merecen. La UE también dice NO a los productos vendidos como idénticos en otros estados miembros, cuando claramente este no es el caso. Pero estas nuevas reglas no protegerán a los consumidores de los comerciantes deshonestos y los tramposos online a menos que se implementen estrictamente en el terreno. Recomiendo encarecidamente a todos los Estados miembros que se aseguren de que las nuevas reglas se implementen sin demora“.
Por su parte, el comisionado de Justicia, Didier Reynders, agregó que “hoy enviamos una fuerte advertencia a los comerciantes de que deben cumplir con las reglas, no doblegarlas. Romper las normas de consumo de la UE a gran escala puede costarle a una empresa una gran multa de al menos el 4% de la facturación anual. Esta será una sanción suficientemente disuasoria y efectiva para evitar que los comerciantes deshonestos hagan trampa. Acojo con beneplácito esta nueva legislación, ya que establece estándares verdaderamente europeos de protección al consumidor”.
Las nuevas reglas garantizarán, entre otras cosas, una mayor transparencia de los mercados online: será más claro si los productos son vendidos por un comerciante o un particular, y se prohibirá la presentación de revisiones o avales falsos. Además, los vendedores no podrán anunciar reducciones de precios falsos, y los sitios de comparación de precios deberán informar a los consumidores sobre los criterios de clasificación. Las nuevas normas también harán cumplir los derechos de los consumidores asegurando una compensación para las víctimas de prácticas comerciales desleales e imponiendo sanciones en caso de “situaciones de daños masivos” que afecten a los consumidores en toda la UE.
Los Estados miembros tienen ahora dos años para transponer la Directiva a su legislación nacional para garantizar que los consumidores de la UE disfruten de medidas de protección más estrictas.