Desaparecer de Internet o minimizar nuestra huella digital es posible, sin embargo, esta práctica requiere ser constante y seguir una serie de pasos para ejercer lo que se conoce como “derecho de supresión”, más conocido como “derecho al olvido”. En este artículo se describirán los pasos que deberemos seguir para eliminar nuestro rastro de la Red o, al menos, reducirlo al máximo. Desde la OSI queremos recordar que ponemos a disposición de los usuarios la Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE para dar respuesta a todas las cuestiones relacionadas con nuestra privacidad y seguridad en la Red.
El Reglamento General de Protección de Datos dicta que cualquier persona tiene derecho a solicitar, bajo ciertas condiciones, que los enlaces a sus datos personales no figuren en los resultados de búsqueda en Internet realizada por su nombre. Esta posibilidad es lo que comúnmente se conoce como “ejercer el derecho al olvido” y que, en otras palabras, obliga a los buscadores de Internet, como Google, a dar todas las facilidades para suprimir de la Red cualquier dato personal con cuya publicación no esté de acuerdo la persona interesada.
A veces, estos resultados pueden vincularse con información desactualizada, errores de fuente mal documentada o de carácter malicioso. Veámoslo a través de un ejemplo:
Nuestra protagonista, la madre de la familia Cibernauta, se encontraba haciendo un poco de egosurfing sobre ella y su familia por curiosidad. Para su sorpresa, encontró una web donde aparecía como deudora de un contrato telefónico con un operador muy famoso. Si bien es cierto que había tenido problemas con esta empresa en el pasado, todos los pagos fueron liquidados y no había ningún tipo de deuda que saldar. Rápidamente se movilizó y se puso en contacto con los administradores del sitio web para solicitar la retirada de esa información, sin embargo, no recibió respuesta alguna.
Como se trataba de información que podría perjudicarla a ella y a su familia, no se lo pensó dos veces y se puso en contacto con la Agencia Española de Protección de Datos. Ellos explicaron paso a paso a nuestra protagonista cómo debía proceder para eliminar dicha información de Internet.
Finalmente, la madre de la familia consiguió su objetivo y tras presentar las pruebas pertinentes y seguir los pasos requeridos, consiguió impedir que terceras personas pudieran acceder a esa información que no era correcta.
¿Cómo puedo ejercer el derecho al olvido en buscadores?
Desde que se firmara la sentencia en mayo de 2014 donde el Tribunal de Justicia de la Unión Europea declarase que las personas tienen derecho a solicitar a los motores de búsqueda que retiren determinados resultados de sus búsquedas, los principales motores han puesto a disposición de los usuarios una serie de formularios con los que realizar sus peticiones:
Google incluso ha facilitado una web desde la que podremos comprobar las estadísticas de estas solicitudes.
Cuando nos encontremos en una situación similar y queramos eliminar una determinada información o una URL de los principales buscadores, deberemos seguir estos pasos:
Acceder al formulario correspondiente al buscador del que queramos eliminar esta información o URL. En este ejemplo, seguiremos el de Google.
Rellenar todos los campos del apartado TU INFORMACIÓN: país de origen, nombre legal completo, dirección de correo electrónico de contacto, etc.
A continuación, cumplimentar los datos referentes a la información personal que queremos eliminar y dónde se encuentra alojada (URL).
Tras leer y confirmar que hemos entendido la explicación del tratamiento de datos, podremos firmar la petición y enviarla directamente a Google. Debemos tener en cuenta que la retirada de información no siempre es posible, ya que solo dejará de estar visible a través del buscador, y que puede tardar un tiempo en llevarse a cabo.
¿Cómo puedo ejercer el derecho al olvido en redes sociales?
Las redes sociales contienen una cantidad inmensa de información personal sobre nosotros. Por suerte, también podemos ejercer el derecho al olvido” en ellas y conseguir que se elimine toda la información que almacenan. Una opción sería eliminar de manera definitiva nuestra propia cuenta de usuario. Sin embargo, como esta acción borrará todas las imágenes, vídeos y comentarios que hayamos publicado, muchas redes sociales disponen de una opción para descargar toda la información de nuestro perfil. Así, aunque eliminemos nuestra cuenta, podremos tener acceso a todas nuestras publicaciones y a la información que no queramos perder.
Si por el contrario, consideramos que hay información publicada sobre nosotros en otros perfiles y queremos reclamar su eliminación por falta de veracidad o porque afectan a nuestra imagen y reputación, siempre podemos ejercer nuestros derechos ARCO (acceso, rectificación, supresión, oposición) o pedir a los administradores del servicio que eliminen esta información a través de los mecanismos que faciliten para tal fin.
¿Cómo puedo ejercer el derecho al olvido en personas fallecidas?
Según la LODGDD, las personas vinculadas al fallecido, como familiares o pareja de hecho, o aquellas que hubiesen sido designadas previamente, podrán ejercer los derechos ARCO de los datos personales de la persona fallecida para su rectificación o supresión.
Además, muchas redes sociales permiten designar un contacto de legado que podrá administrar la cuenta del fallecido, que pasará a ser conmemorativa, como es el caso de Facebook, aunque en la mayoría bastará con demostrar nuestra relación con la persona según lo establecido en la LODGDD (Twitter, Instagram, Youtube). Este contacto podrá además solicitar la eliminación total de la cuenta en nombre del fallecido.
¿Cómo proteger la privacidad?
Ahora que ya sabemos cómo ejercer nuestro derecho al olvido, es importante que conozcamos cómo proteger nuestra privacidad cuando navegamos por la red para minimizar la huella digital que vamos dejando a nuestro paso:
Revisemos detenidamente la información que compartimos en Internet, especialmente en redes sociales. Una sola fotografía puede revelar mucha más información de lo que creemos.
Cifremos aquella información especialmente sensible que debamos enviar por correo electrónico o que queramos almacenar en la nube.
A la hora de navegar en redes abiertas y poco seguras, no debemos olvidarnos de utilizar una VPN para crear una red privada con la que mantener nuestra privacidad intacta.
Activar el modo incógnito cuando naveguemos por Internet y, si nos olvidamos, conviene eliminar cada cierto tiempo el historial, las cookies e incluso el caché de nuestro navegador.
Utilicemos contraseñas seguras para proteger nuestras cuentas.
Además, tenemos a nuestra disposición servicios de correos electrónicos temporales, especialmente útiles cuando queremos crearnos una cuenta de un solo uso en alguna web o servicio.
Finalmente, recordemos actualizar nuestros dispositivos, así como mantener activadas las herramientas de protección como el antivirus.
¿Te ha resultado útil esta información? ¿Has tenido que ejercer el derecho al olvido en alguna ocasión? Comparte con el resto de los usuarios tu opinión y experiencias y mantente al día con las publicaciones de la OSI en materia de ciberseguridad para poder disfrutar de las ventajas de la tecnología.