Las rebajas están liberalizadas, lo que significa que el comerciante puede poner su establecimiento en rebajas cuando quiera.
Recuerde: durante las rebajas, las condiciones de venta han de ser las mismas que durante el resto del año, lo único que puede variar es el precio.
Por otra parte, los artículos promocionados en rebajas no han podido ser adquiridos expresamente para este periodo, sino que deben formar parte de la oferta habitual de la tienda; tampoco pueden presentar taras o defectos, por pequeños que estos sean.
En todos los casos, tenemos derecho a conocer:
- El precio antiguo del artículo, que debe figurar en la etiqueta junto con el nuevo ya rebajado; o bien el porcentaje de rebaja sobre dicho precio, para que el consumidor pueda apreciar la cuantía de la rebaja.
- La fecha en la que comienzan y finalizan las rebajas, según las previsiones del comerciante.
- Si se admiten o no tarjetas de crédito, antes de pagar. Para ello, el comerciante que no las admita en rebajas puede colocar un cartel anunciándolo en el escaparate, junto a los distintivos de las tarjetas.
Recuerde que debe exigir siempre:
- La factura o ticket de compra, cuya entrega es obligatoria y que constituye el comprobante en caso de reclamación o devolución.
- Que se mantenga la política de cambios o devoluciones en las mismas condiciones que el resto del año, salvo que el comerciante lo anuncie adecuadamente y de forma bien visible.
- Que le entreguen la garantía, debidamente cumplimentada, en la compra de electrodomésticos, aparatos radiofónicos, ordenadores, etc.
Por último, recomendamos:
- Que salga a comprar con una lista lo más cerrada posible, ajustada a sus posibilidades económicas reales.
- Evite caer en la trampa del consumo excesivo: aproveche para equiparse, equipar a su familia o su hogar con mejores precios sin dejarse llevar por compras impulsivas.
Si tiene algún problema o cree que se está incumplimiento sus derechos, reclame. Solicite una hoja de reclamaciones en el establecimiento y deje constancia de lo que le ocurre.