Los trabajadores de Aena protestan por «el exceso de carga de trabajo» en un aeródromo que está en máximos históricos de pasajeros con una plantilla «similar» a la de hace diez años
Los 142 trabajadores que dependen directamente de la plantilla del aeropuerto de Bilbao (hay otros 2.400 en empresas subcontratadas) están llamados a secundar varias jornadas de huelga este verano. Será el único conflicto laboral que afecte a los 47 aeródromos españoles que gestiona Aena. Los paros amenazan con colapsar 'La Paloma' en un momento crucial del año, cuando se produce un mayor movimiento de aeronaves y pasajeros. La convocatoria afectará a algunas áreas críticas de Loiu, como son el departamento de operaciones o atención al cliente, así como a los colectivos profesionales de señaleros o Bomberos. Las protestas no alcanzarán por ahora a los controladores, que dependen de otra empresa pública (Enaire), aunque, a nivel nacional, llevan tiempo también llamando la atención sobre el volumen de trabajo que sacan cada día adelante, en relación a los recursos disponibles.
El motivo de la movilización está relacionado, sobre todo, con la «elevada» carga de trabajo que soportan los empleados. «La situación es insostenible», advierte el comité de empresa, que destaca que la plantilla sigue en términos numéricos similares a hace diez años. Subrayan en este sentido que el trabajo está «en máximos históricos». 'La Paloma' ha pasado en 5 años de 4 millones de pasajeros a 6. La huelga está apoyada por todos los sindicatos CC OO (central que cuenta con una amplia mayoría en el comité), LAB, ELA y USO.
El calendario de paros prevé huelgas de 24 horas los días 1, 7, 14, 21, 25, 28 y 31 de julio, así como el 4,11, 15, 18, 25 y 31 de agosto, y 1 de septiembre. También habrá movilizaciones de seis horas 4 días.
La decisión de convocar movilizaciones se ha tomado este jueves por la mañana en una larga asamblea y llega después de que la dirección y el comité hayan mantenido diversos encuentros en las últimas semanas. Los sindicatos han destacado que llevan desde 2016 pidiendo «imperiosamente» una ampliación de plantilla para evitar que la calidad del servicio se resienta. Estas demandas no han sido satisfechas por la dirección, en la que «ya no confiamos como interlocutor». «El clima laboral se ha deteriorado hasta límites extremos».
Fuente:El Diario Vasco