El próximo 3 de diciembre entrará en vigor la nueva normativa de la Unión Europea por la que los consumidores de los Estados miembro podrán comprar a través de cualquier página web alojada en un país comunitario.
Gracias a la nueva normativa, según informa la Comisión Europea en un folleto informativo, "ya no tendremos que hacer frente a obstáculos injustificados como el desvío hacia el sitio web específico de un país o el requisito de pagar con una tarjeta de débito o crédito de un país determinado".
De esta forma, según indica el documento, "se pondrá fin a la discriminación en línea por razón de la nacionalidad o el lugar de residencia", ya que "independientemente del lugar del que decidamos comprar, todos los consumidores de la UE recibiremos el mismo trato por parte de los vendedores en línea".
La Comisión explica que hasta ahora "sigue habiendo obstáculos en línea que nos impiden disfrutar del pleno acceso a los productos y servicios que ofrecen las empresas de la UE", lo que "se traduce en menos ingresos para las empresas y menos posibilidades de elección para los consumidores".
"El bloqueo geográfico, que nos impide usar Internet en un Estado miembro de la UE para hacer compras en un sitio web de otro Estado miembro de la UE, supone un gran problema para la Unión", afirma la folleto informativo, en el que se recoge que en 2015 "el 63% de los sitios web no permitía a los usuarios comprar desde otro país de la UE".