Lunes, Septiembre 25, 2017
Competencias de la CNMV pasarán a ser asumidas por la UELa Comisión Europea aprobó la semana pasada un proyecto de Reglamento para transferir amplios poderes de supervisión bursátil desde las autoridades nacionales a los organismos comunitarios.La nueva norma supone el mayor paso dado hasta ahora para crear un supervisor único europeo, una suerte de CNMV con competencias sobre ciertas áreas de todas las Bolsas del continente. Además, este proyecto otorga a la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) la potestad de impulsar investigaciones sobre casos de abuso de mercado con repercusiones transfronterizas.La ESMA, con sede en París, asumirá, además, el control directo de los índices de referencia (como el Euribor) y de las proveedores de datos; así como la autorización y supervisión de los fondos de inversión armonizados por la legislación europeo.El organismo podrá imponer multas de hasta 10 millones de euros o de hasta el 6% de facturación anual a las empresas que infrinjan sus normas. Y de 1,2 millones de euros a los particulares.Esta normativa, con el visto bueno de los Gobiernos de la UE y del Parlamento Europeo, supone el embrión de un supervisor único para los mercados bursátiles, en un proceso similar al que transfirió al Mecanismo Único de Supervisión (dependiente del BCE) la vigilancia sobre la mayor parte de las entidades financieras del continente."Estamos dando pasos decisivos para fortalecer el sistema europeo de supervisión financiera", ha señalado Jirky Katainen, vicepreisdente de la Comisión Europea para el área de Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad. La transformación de la ESMA persigue, además, centralizar el control europeo sobre gran parte de la actividad de la City londinense, el mayor centro financiero de la zona euro que, tras el brexit, dejará de ser territorio comunitario.El Reglamento confiere a la ESMA poderes exclusivos sobre ciertos servicios cuando sean ofrecidos desde un país tercero, como es el caso de las cámaras de compensación y liquidación, lo cual supondrá una estrecha y centralizada vigilancia europea, muy superior a la que soporta en estos momentos, porque está supervisada en exclusiva por las autoridades británicas. La Autoridad europea bursátil, ya dispone, además, del control directo sobre las grandes agencias de calificaciónEl cambio de la ESMA se enmarca en la reforma de las autoridades europeas de supervisión financiera (EBA o Autoridad Bancaria; EIOPA o Autoridad de Seguros y pensiones de jubilación; y ESMA), cuya estructura y financiación se reforzará para que dejen de ser poco más que unos foros de coordinación de las autoridades nacionales y pasen a convertirse en organismos con poderes de control sobre el día a día de los mercados.Con ese objetivo, la Comisión también propone que cada una de esas Autoridades se dote de un comité ejecutivo independiente similar al que dirige el BCE. La propuesta incluye la sustitución de la financiación nacional de las Autoridades (60% del total) por contribuciones directas del sector financiero y bursátil, lo que permitirá a los organismos aumentar sus recursos y lograr su independencia de las capitales. El presupuesto comunitario seguirá cubriendo el 40% de la financiación, lo que permitirá a Bruselas ejercer una importante influencia sobre las tres Autoridades.La ESMA pasará a tener el control de unos 1.600 folletos al año o el 45% del total de la UE de los folletos de colocación en bolsa de ciertas emisiones mayoristas, los de emisores especializados (desde compañías mineras a navieras), los de titulizaciones y de los de emisores extranjeros (como la City tras el brexit).Y, también asumirá la supervisión directa de los fondos de inversión armonizados a nivel europeo, de reciente creación pero cuya actividad aumenta por momentos. En 2016 se autorizaron 22 fondos de capital riesgo (EuVECA), de los que ya operan 117. A los se añaden 7 fondos de empresariado social (EuSEF) y casi una decena de fondos de inversión a largo plazo (ELTIF).