Lunes, Septiembre 21, 2020
La integración de los dos bancos puede tener consecuencias como el cambio de número de cuenta, la variación de las condiciones de la tarjeta de crédito o el cierre de la oficina de toda la vida
Tras muchas especulaciones por una posible unión con diferentes entidades bancarias como Santander, BBVA o Sabadell, finalmente será Caixabank la que se una con Bankia. Se trata de una de las operaciones más grandes de los últimos años. De producirse finalmente, nacería en España lo que sería el mayor banco del país y el décimo europeo, un grupo con activos por valor de más de 650.000 millones de euros. Pero, ¿cómo afectará a los clientes de ambas entidades? ¿qué supondrá para sus bolsillos?
¿Cerrará la oficina de toda la vida?
En las oficinas los recortes son inevitables. Las entidades tienen muchas sucursales cercanas, en la misma calle, incluso puerta con puerta. Bankia fue fundada en 2010 a partir de la unión de Caja Madrid, Bancaja, Caja Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja. Por lo tanto, donde mayor presencia tiene es en Madrid, en la Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla y León, Baleares, Murcia y Canarias. Mientras que la mayor presencia de Caixabank se encuentra en Cataluña, Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Canarias.
Esta realidad hace que el nivel de duplicidad sea mayor en estas comunidades. En concreto, en Madrid, CaixaBank tenía a finales de junio un total de 424 oficinas con 2.522 empleados, mientras que Bankia gestionaba 629 oficinas con 6.546 personas en plantilla. Por lo que es muy posible que si se vive en estas ciudades perdamos nuestra oficina de toda la vida. Los analistas de Barclays han estimado un posible recorte de un 23% de las oficinas de ambas entidades, lo que representa algo más de 1.400 sucursales.
Además, en caso de completarse la fusión, la oferta de locales comerciales en las ciudades españolas con mayor solapamiento se elevará, lo que posiblemente tenga un efecto en los precios de este tipo de alquileres.
¿Cambiará el número de cuenta?
Las cuentas corrientes de CaixaBank empiezan por el número 2100 y las de Bankia por el 2038. Al ser una absorción, lo lógico es que prevalezca el primero. Pero no hay que preocuparse, estos cambios se realizan sin ningún coste y sin que el cliente tenga que realizar ninguna gestión. Lo que si es recomendable es controlar que el cambio se realiza adecuadamente y si en el caso de los autónomos facilitar el nuevo IBAN a posibles clientes o proveedores para que no se produzca ningún problema en el pago de facturas. En cuanto a los recibos y domiciliaciones en la cuenta, es de esperar que se mantengan intactos y que sea el banco resultante de la fusión quien se ocupe de redireccionarlos, pero puede haber errores y dado el caso quien tiene la responsabilidad del cambio es el cliente, por lo que no está de más asegurarse y estar atento que las diferentes empresas con las que se tienen contratos, (el teléfono, la luz, el internet…) tengan bien los nuevos datos.
¿Qué ocurrirá con la hipoteca?
Las hipotecas son acuerdos legales fijados para un tiempo determinado, por lo que su duración está delimitada y no es posible modificar sus condiciones una vez pactadas salvo que exista un acuerdo entre las dos partes. Así, las condiciones de los clientes que tengan hipotecas en Bankia o Caixabank no variarían con la fusión.
¿Y con el resto de productos con duración determinada?
Préstamos, depósitos a plazo fijo, seguros… Estos contratos tienen delimitada su duración y no es posible modificar las condiciones pactadas, salvo acuerdo entre las partes o si hay motivos válidos especificados en el contrato. Eso sí, una vez llegada la fecha de vencimiento, la nueva entidad podrá ofrecer nuevas condiciones de renovación.
¿Y si es producto esta bajo un contrato indefinido?
Las cuentas corrientes, o de ahorro o las tarjetas de crédito son productos de duración indefinida, es decir no tienen un plazo de finalización determinada, y en este caso la nueva entidad si podría modificar las condiciones aunque debe respetar los plazos que impone la ley: Si las condiciones fueran a peor, tendría que avisar al cliente con dos meses de antelación, de forma que el usuario pueda cancelar su contrato sin que eso suponga ningún coste o penalización. Mientras que si cambian a mejor, los cambios se pueden efectuar de forma inmediata.
¿Qué sucederá con los fondos de inversión y los planes de pensiones?
En conjunto, los dos grupos bancarios fusionados serían líderes y gestionarían más de 104.100 millones de euros en activos, a través de fondos españoles, sicav, fondos inmobiliarios, fondos extranjeros y planes de pensiones. Una cifra que supondría 1,7 veces más que la de BBVA (casi 62.000 millones) y Santander (61.200 millones), según Inverco con datos de junio. Pero, ¿cómo podría afectar esto al partícipe?En el caso de los productos de inversión, es probable que los clientes se vean obligados a traspasar sus fondos a los productos comercializados por el nuevo banco, ya que no todas las entidades bancarias comercializan los mismos fondos ni planes de pensiones.
¿Estarán seguros los ahorros en la nueva entidad?
Algo que se debe tener en cuenta si se es cliente de las dos entidades es la protección del dinero. El Fondo de Garantía de Depósitos ofrece un respaldo de hasta 100.000 euros por entidad y titular. Hasta ahora si se tenía una cuenta en Bankia y otra en Caixabank se contaba con una doble protección, 200.000 euros en total, pero de producirse la fusión la protección se reduciría a los 100.000 euros. Si se supera esa cifra resulta conveniente trasladar ese dinero a una entidad diferente.