Si la factura de la luz te parece indescifrable o te cuesta entender la información que aparece allí, sigue leyendo. Aquí te explicamos qué es cada apartado y cómo leerla
Para ahorrar en la factura eléctrica hay que saber interpretarla. El primer paso es conocer si la compañía pertenece al mercado regulado o al libre. En el regulado, no hay pérdida: todas las facturas son iguales. En el libre, en cambio, cada empresa tiene su diseño. Para saber en qué mercado opera nuestra comercializadora solo hay que mirar el logo en la factura y comprobar si es una de las ocho empresas de referencia (mercado regulado). ¿Y después? Hay que fijarse en cinco conceptos, que son los que en realidad se pagan. Te los contamos aquí, como también cada apartado de una factura de la luz.
Cinco cosas que encarecen la factura de la luz
- ⚡ Potencia contratada. Es la cantidad máxima de electricidad que se puede utilizar en un mismo momento. Es un importe fijo, por lo que no cambia según el consumo, como sí lo hace el concepto de energía. Así, si se tiene contratada mucha más potencia de la que se necesita, el usuario estará perdiendo dinero. Según Red Eléctrica Española, la potencia media contratada por un hogar español es de 4,4 kW.
- ⚡ Energía consumida. En esta partida se incluye el peaje de acceso, que es lo que cobran las compañías por transportar y distribuir la energía y que, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), supone cerca del 41 % de la factura.
- ⚡ Alquiler del contador.
- ⚡ Impuesto sobre la electricidad. Tasa del 5,127 % establecida por el Ministerio de Industria, que se aplica a los costes de la potencia contratada y de la energía y va destinada a los fondos públicos del Estado.
- ⚡ IVA. Es del 21 % y se suma al total de la factura.
Cómo leer una factura eléctrica (para entenderla)
Para explicarlo, utilizamos como ejemplo una factura de la compañía Iberdrola en el mercado libre por tener esta la mayor cuota de mercado y, por tanto, representar las facturas de la mayor parte de los consumidores.
1. Logo de la compañía. Identifica a la empresa que emite la factura, es decir, la comercializadora. Aquí se puede comprobar si se pertenece al mercado libre o al regulado.
2. Datos del consumidor.
3. Datos de la factura:
- Número de factura. Número identificativo fiscal.
- Referencia. Código único que se asigna a cada factura. Se pide si se necesita hacer alguna reclamación.
- Fecha de emisión.
- Periodo de facturación. Intervalo de tiempo facturado. Puede ser mensual o bimestral.
- Tipo de lectura. Su posición depende de cada empresa. Hay que distinguir si es lectura real (la que marca el contador en la fecha concreta) o estimada (si no se cuenta con datos del contador). Esta última puede ser menos exacta porque se basa en consumos anteriores. Se suele alternar una factura estimada y una real, porque la lectura de los contadores se toma cada dos meses.
4. Resumen de la factura. Expone el desglose del importe. Hay que prestar atención a los siguientes aspectos:
- Energía. En esta parte del documento, bajo el concepto “energía” se suma el precio fijo de la potencia contratada (kW) y el consumo (en kWh). Lleva incluido también el impuesto de electricidad (5,1127 %).
- Servicios y otros conceptos. Aquí entra el alquiler del contador, que se sumará automáticamente a la factura cada mes, y aquellos servicios extra contratados. Un contador inteligente oscila entre 0,81 y 2 euros mensuales y uno analógico, entre 0,62 y 1 euros. Si se compra el contador, el precio ronda los 200 euros, sin contar costes administrativos de verificación.
- IVA. El Impuesto sobre Valor Añadido (o IGIC, en Canarias) es del 21 %, y se calcula sobre el total de la luz (energía, potencia e impuesto eléctrico).
5. Evolución del consumo. Es un gráfico que muestra la evolución del consumo en los últimos meses o el último año. Suele destacar si la medición de cada mes ha sido real o estimada, además de calcular el consumo medio diario.
6. Datos de suministro. Además de los datos bancarios del usuario, la forma de pago y el número de contador, aporta estos otros:
- Potencia contratada. Importe fijo que se paga, aunque no haya consumo.
- Peaje de acceso. Tarifa fijada por el Ministerio que varía en función de la potencia contratada. Si es menos de 10 kW, pondrá 2.0. Si se cuenta con discriminación horaria, será 2.0 DHA. En abril de 2021 se unifica bajo la 2.0 TD y corresponde a una tarifa de discriminación horaria en tres periodos.
- CUPS. Código que identifica la instalación y localización. Se mantiene, aunque se cambie de comercializadora. Es necesario para los cambios de compañía y para analizar tarifas en el comparador de la CNMC, ya que varía según el código postal.
7. Detalle de factura:
- Potencia facturada. Se multiplica la potencia por el número de días de facturación y el precio de kW/día.
- Energía consumida. Se calcula multiplicando los kWh consumidos por el precio establecido en la tarifa. Si se tiene discriminación horaria, la energía saldrá desglosada por gasto durante horas punta y horas valle.
- Impuesto sobre electricidad. Corresponde al 5,1127 %, y se aplica sobre la suma de energía y potencia. Si se cuenta con el bono social, aparecerá como “Descuento de Bono Social”, justo antes de este impuesto.
8. Consumos. Las lecturas de los contadores se hacen cada dos meses, por lo que un mes la lectura es estimada. Algunas facturas calculan el consumo de energía real del periodo restando a la lectura actual (real), la lectura anterior (estimada).