Cuando compramos un producto o contratamos un servicio lo hacemos con la confianza de que todo saldrá bien y no tendremos ningún problema. Pero en ocasiones las cosas se tuercen y tu compañía de telefonía te cobra por un servicio no prestado, en la tintorería han desteñido tu traje o la lavadora recién comprada ha dejado de funcionar.
Ante estas situaciones, debes intentar llegar a un acuerdo con la parte vendedora. Si no lo consigues, le toca el turno a la hoja de reclamaciones. Si por este camino tampoco llegas a solucionar tu problema, y en lugar de acudir a la vía judicial (vía más tortuosa y posiblemente costosa), tienes una opción más rápida, eficaz y gratuita: el arbitraje de consumo.
Este sistema permite solucionar los problemas que tengas con empresas o profesionales de forma más amable, sencilla y extrajudicial. De hecho, una empresa que esté adherida al arbitraje te ofrece un plus de tranquilidad a la hora de comprar un producto o contratar un servicio.
¿Cómo funciona?
En primer lugar, debes rellenar el impreso de solicitud de arbitraje y presentarlo, o bien en Kontsumobide, en la OMIC, en las asociaciones de personas consumidoras o directamente en la Junta Arbitral. Si la empresa está adherida al sistema arbitral, se intenta una mediación entre las dos partes para llegar a un acuerdo. Si no se consigue, se realiza una audiencia o reunión (no necesariamente presencial) en la que ambas partes expresarán ante el Colegio Arbitral qué solicitan y sus alegaciones.
Se trata de un procedimiento voluntario y tiene carácter vinculante y ejecutivo. Es decir, una vez aceptado voluntariamente someterse al arbitraje la decisión que se tome será de obligado cumplimiento para ambas partes ya que tiene el mismo efecto que una sentencia judicial.
Ya sabes, cuando una compra no cuaje, arbitraje. Escoge comercios que se comprometan con un consumo responsable y con una atención de calidad. Ante opciones similares, opta por aquella que esté adherida al arbitraje. Saber cuáles son las empresas adheridas es muy fácil: busca la pegatina naranja con el logotipo de arbitraje que suelen colocar en sus escaparates. Y si tienes alguna duda, puedes verificar si aparece en el buscador de empresas adheridas.