El Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN) ha sido uno de los agentes sociales más críticos contra la implantación en todo Bilbao del límite de 30 kilómetros por hora. Ahora, al colectivo de conductores se unen las asociaciones de consumidores de usuarios. Mañana presentarán un manifiesto conjunto «contra la medida unilateral» que ha adoptado el Ayuntamiento.
Las agrupaciones que hacen ahora frente común con el RACVN son la Unión de Consumidores de Euskadi (UCE-EHKB), la Federación de Consumidores (EKE-FCE) y la Asociación de Personas Consumidoras y Usuarias Vasca (EKA-ACUV). La presidenta de la primera, Ana Alzaga, apunta que la ralentización del tráfico a 30 es un problema para quienes, procedentes de otros municipios, acuden a la ciudad a hacer sus compras, de manera que de algún modo se les arrastra a irse a centros comerciales. «Va a dificultar el consumo en Bilbao», vaticina, mientras se impulsa un modelo «menos sostenible».
Desde el RACVN su portavoz, Mario García, insiste en las penalidades que supone para el automovilista circular a una velocidad «antinatural» por las grandes avenidas, quizás más pendiente del cuentakilómetros que de la calzada. También mantienen desde este colectivo que el consumo de los vehículos es superior y que sufre la mecánica.