El uso intensivo de las redes por parte de las grandes plataformas y el alto nivel de ingresos que obtienen de su actividad, origen de esta petición de los consumidores
ADECES (Asociación Pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales), UCC (Unió de Consumidors de Catalunya-UCC), UCE Euskadi (Unión de Consumidores de Euskadi) y UCGAL (Unión de Consumidores de Galicia), reclamamos que las grandes plataformas digitales (OTTs) compartan con los usuarios el coste de mantener las redes de telecomunicaciones.
A juicio de las asociaciones, las autoridades europeas no pueden seguir manteniendo un esquema de negocio en el que son los usuarios europeos los que sufragan el coste de las inversiones y del mantenimiento de las infraestructuras de telecomunicaciones, mientras que las 6 grandes tecnológicas mundiales (Google, Meta, Netflix, Apple, Amazon y Microsoft) generan el 57% del tráfico de internet[1]. Un porcentaje que continuará en ascenso por el incremento de usuarios, el aumento de calidad en los vídeos y el mayor uso de datos en la nube.
Tanto los servicios de pago como la monetización de las aplicaciones gratuitas requieren unas redes adecuadas para poder prestar servicio de calidad a todos los clientes o usuarios, incluidos los de las plataformas.
De hecho, Amazon Web Services y Amazon Prime, representan el 20% de los 470.000 millones de dólares que factura Amazon. En Apple, sus servicios de música, televisión y pay suponen el 19% de sus ingresos (366.000 millones de dólares). Por su parte, cerca del 70% de los 258.000 millones de dólares de facturación de Alphabet provienen de Google, Youtube, Maps y Mail. La nube, los juegos y Linkedin suponen más del 46% de los 168.000 millones de dólares que factura Microsoft. Por último, Meta, obtiene el 97% (118.000 millones de dólares) de los ingresos por publicidad que atraen sus 2.900 millones de usuarios[2].
Si no se aborda la contribución de las grandes plataformas tecnológicas a las infraestructuras de telecomunicaciones europeas van a producirse alguna o todas estas consecuencias:
- Los usuarios europeos seguirán sufragando unas redes que requieren cada vez de mayor inversión, por tanto verán incrementados sus precios.
- Europa no podrá ser un actor relevante en materia de innovación tecnológica y de servicios tecnológicos.
- Los ciudadanos y empresas de telecomunicaciones europeas quedarán supeditados a la tecnología de otras áreas y a sus condiciones.
En consecuencia, ADECES, UCC, UCE Euskadi y UCGAL reclamamos un cambio de paradigma en la regulación de las telecomunicaciones europeas que permita construir un espacio tecnológico autónomo.
La construcción de ese espacio pasa por la contribución de las grandes plataformas tecnológicas en el mantenimiento de las redes de telecomunicaciones de la UE y por definir regulaciones cuyas obligaciones alcancen a los proveedores de servicios digitales, evitando la asimetría regulatoria que viene caracterizando el mercado de las telecomunicaciones en sentido amplio.